Herodes el Inocente. Le debemos al gran Herodes la celebración del día de
los Santos Inocentes ya que él fue, sin dudas, el gran inocente.
Herodes I “El Grande” quien era conocido por sus
proyectos constructivos colosales y un gobierno imperialista y expansionista
lleno de éxitos, pecó de inocente.
Luego de oír la profecía de los Magos de Oriente y
la llegada de un niño que lo despojaría del trono, Herodes envió a matar a
todos los menores de dos años de edad en Belén, temiendo que la profecía se
cumpla y Jesús le quitase el trono y el poder.
“Entonces
Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció
terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca,
de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos.
Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un clamor se ha oído en
Romá, mucho llanto y lamento: es Raquel que
llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.” Evangelio
de Mateo 2:16-18.
Luego de terrible suceso, la Iglesia Católica en el S. IV d.c. estableció
el 28 de Diciembre como un día de recuerdo para todas las víctimas inocentes y
no fue hasta el S.VI d.c. que se marco este día en clara conexión con el humor como
una jornada especial para las bromas. Esta costumbre fue cogiendo fuerza por
toda Europa a pesar de que la Iglesia lucho contra este hábito por considerar
que se trataba de una falta de respeto hacia la fe.
Pero volviendo a la premisa inicial, en donde consideramos a Herodes
como el gran Inocente, puede sonar controversial. Pero si prestamos atención a
los hechos descritos todo será sencillo de comprender.
Nos encontramos en Belén bajo el gobierno del rey de Israel, “Herodes”
quien si bien por muchos era proclamado por ser un transgresor por otros muchos
como un sanguinario, que gobernaba con el miedo.
Como arquetipo de lo sanguinario, por no dudar en sacrificar a los
indefensos, como muestra de poder o de alcance de acción.
Es entonces Herodes un gobernante que actuó por miedo: pues temía que un
niño arrebate el poder,
“Al enterarse, el rey Herodes se
sobresaltó y con él toda Jerusalén” Evangelio de Mateo 2:3.
Retomando al Teologo Anselm Grüm, el Poderoso temía a lo desconocido, a
algo nuevo que pudiese quitarle el poder, “Herodes tenia poder sobre la tierra
y sobre los hombres, es decir lo terrenal, Pero éste no era la expresión de su
fuerza interior, sino que estaba acuñado por el miedo. Por el, asesina
cruelmente a todos rivales […] Por su temor hace matar a todos los niños de
hasta dos años de edad. Herodes esta atrapado por su miedo. Y su política, la
que él ejerce, es una política de miedo. Y así difunde por doquier a su
alrededor únicamente terror. Los hombres que se aferran a su poder por miedo
abusan del poder. Y solo pueden mantener
su reinado al infundir miedo.
Herodes, nuestro inocente, no es más ni menos que el prototipo de todos
los opresores, gobernantes déspotas, tiranos, etc. que asesinan por miedo a
perder una poco de poder. En los Santos Inocentes vemos retratada la realidad
del día a día, en donde es innegable que esa matanza sigue vigente en los miles
de rostros que todo el tiempo son asesinados por causas injustas, que son convertidos
en objetos de uso para otros, otros que hoy siguen mostrando sin darse cuenta
su interior, lleno de miedo, inseguridad y desconfianza. No olvidemos a
Herodes, porque hoy sigue vigente y no olvidemos a esos Inocentes porque hoy
siguen muriendo y mas que llorarlos deberíamos alzarlos como banderas de lucha.
Y sin dejar de ver que el verdadero inocente
es aquel que deja mostrar su interior con sus acciones temerarias e inseguras,
es al verdadero inocente al que hay que demostrarle que solo en la confianza y
en la seguridad, no reina el miedo, sino la verdad y la justicia.
Por Gianfranco Scigliano
¿Que podemos pensar desde el plano político? Bueno por un lado hay un problema claro de "legitimidad". Herodes era un monarca controvertido y en tensión interna dentro de la comunidad de los hebreos. Por otro lado tenemos la dominación romana que se expandía. La crisis por la que se atravesaba generaba muchas "profecías" y reclamos para la venida del "mesias". Herodes teme, porque de alguna manera intuye una idea relacional de poder, y piensa que lo puede perder. La política es por lo tanto algo dinámico y amerita la intervención. Esto también rompe con una interpretación mecánica del poder. Herodes actúa en sentido "preventivo" y motivado por el terror, pero también por la incertidumbre. PABLO BULCOURF
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