Ir al contenido principal

La la land: una historia de y para soñadores

Teníamos ganas de ir a ver la famosa "no ganadora del Oscar" así que entramos con mi amiga Paula a una de las salas del cine del Portones Shopping (Uruguay), con la misma sed que todo espectador tiene cuando se sienta en la butaca: la de ser envueltos por alguna historia que nos aleje un poco de la realidad propia. No me lo puede negar, señor lector. Todas las historias nos parecen interesantes, menos la nuestra.

  La pantalla nos arroja una historia que se cuenta bajo el ojo de Damien Chazelle y que es protagonizada por los talentosos de Emma Stone, que le da vida al personaje de Mía, y Ryan Gosling,  que encarna a Sebastian.

  Mía trabaja como camarera pero su mayor aspiración es ser actriz. Sebastian, por su parte, toca el piano y es un apasionado del Jazz. Toca en un restaurante —lugar donde se conoce con Mía— pero lo frustra la idea de no poder tocar su género predilecto. Lo entristece la idea de que a la gente no le interese el Jazz y que sea un género que poco a poco vaya muriendo. Cree que para salvarlo —y para salvarse a sí mismo— sería una gran opción abrir su propio Bar de Jazz. Frente a las numerosas trabas y a la disputa de si se puede o no vivir del arte, Sebastian decide integrar una banda que toca un intento de Jazz pero actualizado. Una nueva forma de Jazz. Esto no es algo que a Sebastian le fascine, pero necesita vivir de algo. Mientras tanto, Mía no queda seleccionada en ninguna de las audiciones a las que asiste, y cuando quiere hacer una obra a modo de teatro independiente, el público se compone de unas pocas personas. Nadie hace su arte por un aplauso. Pero alguien que tiene aspiraciones muy altas espera otra cosa.

  A todo esto, se va creando una relación amorosa entre los protagonistas y lo que más los une son las ganas de seguir soñando. Creer que se puede, que nacieron para ser y hacer lo que quieren. Entonces podemos decir que la película se basa en dos historias de amor paralelas: el amor de la pareja y el amor por las profesiones soñadas.

  Ocurre que, ante el tiempo que demanda las giras del nuevo trabajo de Sebastian, la pareja se rompe. Mía vuelve a vivir con sus padres dejando todas sus esperanzas en quién sabe dónde.  A pesar de que Sebastian la convence de ir a una audición a la cual fue convocada —y es aquí donde la carrera de la joven da un giro—, la pareja no se recompone.

  Es recién luego de unos años que ellos se reencuentran. Mía, siendo una actriz reconocida, asiste con su nueva pareja —y padre de su niña— al tan deseado Bar de Jazz de Sebastian, sin saber antes de entrar que el dueño era él. A lo lejos y con una mirada, ambos entendieron que el precio de tenerlo todo se basa en tener que renunciar a algo. Tan desalentador como realista, es el mensaje que se esconde detrás de esta sublime puesta en escena.
  Señor lector, usted no lo dice, no lo anda divulgando porque le da miedo. O quizás vergüenza. Pero tengo la certeza de que usted también es un soñador. Todos somos unos soñadores irremediables en el fondo, esperando despertar para poder concretar todas aquellas ilusiones que nos habitan.  Despertar, para poder cumplir lo que soñamos, e incluso, lo que ni siquiera nos atrevemos a soñar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Monte Grande: 128 años de Historia

Hoy, 3 de abril, recordamos la fundación de nuestro querido pueblo Monte Grande. Pero... ¿cómo ocurrió? ¿por qué tenemos tan dejada de lado nuestra propia Historia? “D'où venons nous? Que sommes nous? Où allons nous?” – ¿De dónde venimos, quiénes somos, hacia dónde vamos? – Nos preguntaba el pintor pos-impresionista Paul Gaughin en diciembre de 1897 en una de sus pinturas. Por años y años se desprendió un gran debate alrededor de éstas tres simples preguntas. Se me ocurre una sola respuesta: Historia. Sí, no es unas de las materias más queridas en las aulas, lo sé. Pero tal vez no nos cautivó con su magia, por no haberla abordado desde el lugar indicado. Siempre estudiamos lo que fue, lo que pasó, lo que hicieron, pero nunca nos ponemos en el lugar de participantes activos de la historia. Constantemente está en funcionamiento, escribiéndose a cada segundo, y nosotros somos parte de ella, así como lo fueron San Martin o Belgrano. Gentileza Monte Grande Ayer Conocer

La Ñ también es gente

A seis años de la muerte de María Elena Walsh, una mujer que se transformó en un ícono cultural por sus letras para niños (cargadas de mensajes para adultos), recordamos a la escritora,  música y compositora con su texto  La eñe , el cual  fue escrito en el marco del conflicto cultural que protagonizó la Comunidad Económica Europea (CEE), cuando impulsó de forma imprudente el proyecto de algunos fabricantes de computadoras, que pretendían comercializar teclados sin la letra "ñ".  La Real Academia Española (RAE) proclamó en un informe (1991) que esto representaría  "un atentado grave contra la lengua oficial" . Finalmente, el gobierno español respondió en 1993 con una ley proteccionista de la lengua, acogiéndose al Tratado de Maastricht. En este texto, la autora  reclama la necesidad de defender el patrimonio de la lengua, e invita a reflexionar sobre la importancia de la ortografía: La eñe La culpa es de los gnomos, que nunca quisieron ser ñomos... Culp

El Tanque de agua de Monte Grande, testigo de un amor

Este mediodía una pareja de enamorados se casó en la plaza que se encuentra frente a la estación de Monte Grande, situada entre las calles Luis Guillón y Arana. Los recién casados, Eliana Noemí Escalada y Ezequiel Rodríguez, dieron el siguiente testimonio para Diario El Sur , explicando la decisión de unirse en matrimonio en el famoso tanque de agua, también conocido por algunos como "el ovni" : "Mi marido es de Merlo y yo de 9 de Abril. Cuando comenzó esta relación, hace ya dos años, cada vez que nos veíamos, era el tanque nuestro punto de encuentro. Por eso decidimos dar el sí en un lugar que representa tanto para nosotros" cuenta Eliana aún emocionada por el evento.     Gianfranco Scigliano , vecino y panelista de No te duermas , concurría a esas horas por la plaza y nos relató un poco sobre lo que observó en el lugar de la unión matrimonial: "Comenzaba mi caminata dominical sin que la lluvia me detenga, pensando en que los grandes árboles ech